Entrevista realizada por Giuliana Montini y Lucía Gonzalez, escritoras en letra crítica. – 05.10.2019
¿De dónde viene Dragón?
Julián: Dragón… en realidad nunca tuve un objetivo de por qué escribir esta novela, fue algo que me surgió. Un día me senté a escribir y después se convirtió en una historia imposible de dejar, fue un año en que no paré de pensar en la historia, en cómo podía llevarla y creció así.
Pude ver en la página de OyD el principio del primer capítulo donde dice: “no voy a transmitirles ningún tipo de mensaje positivo” y luego habla de una mezcla de amor y miseria espiritual y psicológica ¿Eso lo atravesará todo el libro?
Julián: atraviesa todo el libro. El protagonista, Leandro, es un personaje super pesimista, nostálgico y depresivo que va a ser atravesado por otro personaje, Romina, que lo cambia completamente; desde que la conoce se sumerge en su mundo y no puede salir de allí. Todo lo que pasa en su vida lo relaciona con el tormento y todo el mundo que hay detrás de ella, que es mucho más aterrador que el propio protagonista.
Pude observar en ese pedacito de capítulo que son personajes muy bien definidos, ¿Cómo fue la construcción de dichos personajes?
Julián: la construcción fue algo loca, de repente los personajes tomaron vida y me manejaban a mi. Por otro lado, la escritura de Leandro fue complicada, porque al hacerlo en primera persona me pasó que me tuve que meter en la piel de él y la verdad es que a veces es complicado lo que cuenta, es algo fuerte.
Sé que hubo momentos en los que abandonaste la escritura del libro ¿fue por esto mismo?
Julián: en parte fue por esto, y por otro lado el hecho de pensar “¿para qué lo escribo si de todas formas no lo voy a publicar?”, siempre está eso de pensar que es muy difícil publicar. Yo cuando empecé a escribir Dragón estaba lejos de conocerlos a ellos (haciendo referencia a OyD Ediciones) y pensaba “esto no me gusta, nadie lo iba a leer”, uno lucha contra uno mismo.
¿Qué te motivó a volver y terminarlo?
Julián: me motivaron los personajes, sentía que tenía que finalizar la historia, había empezado y me había motivado tanto la idea de que transitaran la misma ciudad que yo. Llegué a soñar con los personajes, estaba metido completamente, pasaba por los lugares y los imaginaba allí. Eso me motivó a volver una y otra vez.
¿Qué género literario o autores son los que te gustan?
Julián: De siempre, de chico me gustó el terror, si bien Dragón no es de terror sino que es un Thriller psicológico. Cuando la escribía, fue mucha la influencia que tuve, sobre todo de un autor que me encanta: Sábato. Por otro lado, también me gusta: Dostoievski, Stephen King, Lovecraft, Allan Poe, pero no solo eso. La literatura rusa a mi me encanta.
OyD. Nicolás: eso está muy bien plasmado en Dragón, circulan muchos libros, citas, epígrafes… todo este universo literario está desperdigado en la novela. Respecto al cine también hay referencias y están muy bien logradas.
Como bien dijo Nicolás, te gusta el cine, ¿qué tipo de cine te gusta?
Julián: Terror. Por mis estudios estoy atravesado por el cine y el cine tiene una forma de narración que también nace mucho de la literatura; al principio al relato cinematográfico le costó despegarse de la literatura. Por otro lado, hay cosas que quedan bien en la literatura pero a la hora de pasarlo a la pantalla grande, ya no quedan tan bien. El cine se está especializando más y tiene distintas formas de llegar al público. Por eso cuando yo pienso algo, también lo pienso visualmente, por eso escribo guiones.
¿Nos va a pasar con Dragón que tengamos que tomarnos una pausa, porque tal vez es muy perturbador?
Julián: el personaje te lo va a sugerir, pero yo no te lo podría decir.
Oyd. Nicolás: Yo como lector te podría decir que es muy perturbador, hay momentos en que decis “por dios que pase esto” y a la vez no lo podes dejar porque querés saber cómo sigue, qué pasa, dónde están los misterios. Lo que tiene Leandro es que es un narrador traicionero, no entiende muy bien lo que está pasando y te transmite esa falta de comprensión, terminas enrollado en ese mar de incertidumbre.